Durante los últimos años la industria de la vivienda en México ha sido una de las industrias más dinámicas y con mayor crecimiento, reportando beneficios a desarrolladores y beneficiarios de créditos gubernamentales. El gran detonador de esta industria ha sido el acceso al crédito, siendo los mayores beneficiados, quienes califican para viviendas económicas y de bajos ingresos. No obstante, el otorgamiento de vivienda en algunos estados parece haber excedido los montos que la demanda rezagada tenía. Esto se ha percibido como un probable problema en entidades como Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, Coahuila y Chihuahua, donde se detectaba un exceso de oferta desde hace 2 ó 3 años, y no fue hasta finales del 2008, que la situación se volvió preocupante.
Según datos del Infonavit, al 29 de Noviembre del 2009, se muestra una reducción sustancial de financiamiento en varios estados de la República.
La caída en los créditos parece estar directamente vinculada con una demanda de mercado seriamente sobre-explotada. Es necesario añadir temas como devolución de vivienda, abandono de la misma, cartera vencida, mucho mayor que en el pasado, dificultades para densificar a las ciudades en términos de nuevos desarrollos y vivienda vertical, entre otros. La sustentabilidad requiere desarrollar vivienda de una manera integral, que considere no sólo el otorgamiento del crédito y las necesidades de espacio mínimas requeridas por la familia, sino también cambios sociales estructurales, como servicios educativos, salud, seguridad, esparcimiento, recolección de basura, transporte público.
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